La violencia psicológica es una forma de maltrato que, aunque no deje marcas físicas, puede ser igual de dañina. En lugar de golpes, se manifiesta a través de palabras, gestos o actitudes que hieren y afectan profundamente a la persona. Lo peor es que, cuando se repite, se convierte en un patrón difícil de romper.
Este tipo de violencia no distingue entre géneros: hombres y mujeres pueden sufrirla por igual, ya sea en casa, en la universidad o en otras situaciones. Lo complicado es que a veces es difícil de identificar y, en muchos casos, se necesita la ayuda de un psicólogo para reconocerla y tratarla.
Vamos a hablar de cómo identificar los síntomas, las consecuencias que tiene y, lo más importante, cómo prevenirla y afrontarla.
¿Qué pasa cuando sufres violencia psicológica?
La violencia psicológica no se manifiesta de una sola manera, y puede afectar tanto física como emocionalmente. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Sensación de estar «ahogado», como si no pudieras respirar.
- Problemas digestivos, como náuseas, acidez o diarrea, incluso vómitos.
- Dolores de cabeza y mareos.
- Dolor muscular o contracturas.
- Dejar de preocuparte por tu aspecto físico y tu higiene.
- Irritabilidad, enfado, estrés y ansiedad.
- Falta de energía o ganas de hacer cualquier cosa, te sientes indeciso.
- Insomnio o pesadillas.
- Pérdida de confianza en ti mismo, baja autoestima e inseguridad.
- Sentimientos constantes de culpa, vergüenza e inferioridad.
- Problemas en tus relaciones con los demás.
Con el tiempo, estos síntomas acaban «apagando» a la persona que los sufre, hasta el punto de hacerla sentir que ha dejado de ser quien era. El impacto no solo afecta a la salud mental de la víctima, sino que dificulta mucho que pueda salir de esa situación sin ayuda. Aquí es clave que las personas cercanas también sepan detectar estos signos y actúen.
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¿Cómo reconocer la violencia psicológica?
Identificar que tú o alguien cercano está siendo víctima de violencia psicológica no siempre es fácil, pero hay señales a las que puedes estar atento. Esta forma de maltrato surge cuando alguien no respeta al otro como a un igual y reacciona de manera agresiva, lo que lleva a un desgaste emocional progresivo que termina dañando profundamente a la víctima.
En los agresores, suele haber características comunes que nos pueden dar pistas, como el abuso de alcohol o drogas, una educación deficiente o la incapacidad para controlar sus emociones.
Por otro lado, en las víctimas, podrías notar algunos signos claros, como:
- Aislamiento social, alejamiento de amigos y seres queridos.
- Depresión.
- Trastornos alimentarios.
- Dependencia emocional del agresor.
¿Cómo prevenir y enfrentar la violencia psicológica?
La clave para prevenir la violencia psicológica está en la educación. Hay que enseñar valores como el respeto, la igualdad y la comunicación efectiva. Es fundamental que aprendamos a establecer límites y a reconocer cuándo alguien los está cruzando, ya sea con nosotros o con otros.
Es importante transmitir estos valores a las generaciones presentes y futuras, tanto a nivel educativo como a través de campañas de concienciación que ayuden a identificar y prevenir el maltrato psicológico.
Si ya estás en una relación donde la violencia psicológica está presente, lo primero y más importante es que puedas darte cuenta de que estás siendo maltratada. Identificar las dinámicas violentas por las que estás atrapada y relacionarlas con los efectos negativos que estás sufriendo es el primer paso para salir de esa situación.
Una vez que se reconoce el problema, es crucial buscar ayuda profesional. Acudir a un psicólogo especializado e iniciar un proceso de terapia es el camino definitivo para romper con la violencia psicológica y empezar a sanar.
No es fácil, pero con el apoyo adecuado, es posible recuperar la vida y volver a ser quien eras.
«La violencia psicológica tiene consecuencias» es un post de la residencia universitaria Anunciata de Valencia