Pero ¿puede una estudiante dedicar tiempo a otras actividades ajenas a su responsabilidad con su formación? ¿O deberíamos considerar una distracción innecesaria todo aquello que se escape al programa de estudios universitario?
Solo la persona desorganizada te dice siempre que no tiene tiempo. Asegura que le falta horas en el día para realizar todas sus tareas. Sin embargo, todas conocemos a personas que gestionan un montón de actividades a lo largo del día y siempre tienen tiempo para tomarse un café con una amistad. ¿Cuál es la razón? Se han hecho muchas comparativas sobre perfiles sociales, culturales e incluso la propia capacidad de la persona por su intelecto. Los resultados concluyen que la productividad está directamente relacionada con la organización del tiempo.
La planificación es fundamental para estirar las horas sin agobios y concluir la jornada con satisfacción.
Podemos aconsejarte unos pasos para que tengas tiempo para disfrutar del día con descansos y ocio además de cumplir con tus tareas y responsabilidades.
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Lo primero es agendar tu jornada. Qué es lo que necesitamos y queremos hacer hoy.
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Valora el trabajo de cada tarea asignando un tiempo para su ejecución
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Prioriza lo importante en tus mejores horas de productividad, cuando sabes que rindes mejor.
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Los imprevistos se aplazan. Siempre que sea posible lo organizamos para otra jornada donde contemos con la actividad desde un principio.
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Si puedes colaborar con otros en tus quehaceres organiza el trabajo para que no todo recaiga sobre ti. La responsabilidad tiene que ser gestionada por todo el equipo por igual.
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Tu tiempo no es infinito y todos tienen que ver que respetas tus horas de descanso, comidas, reuniones, estudio y ejercicio. Sacrificar tu tiempo no beneficia a nadie a medio plazo.
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Organiza tus espacios para cada actividad. No te lleves trabajo a un fin de semana entre fuera. No estudies en la cama. Tu cerebro desconecta cuando diferencia tus entornos. La productividad está ligada a la eficiencia a la hora de aprovechar las horas de trabajo.
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Evita las reuniones interminables, avisa con antelación el tiempo que puedes dedicarles a tus compañeros antes de regresar a tu labor.
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Está bien ayudar a tus compañeras y contar con ellas cuando las necesites. Agenda esa actividad para que encaje con tu actividad diaria.
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Silencia tu móvil. Tus amistades comprenderán y respetarán tus horarios. Por extraño que te parezca, está demostrado que se respeta más a las personas que no están siempre disponibles, y no viven esclavizadas de las redes sociales.
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Mantente informada de las noticias que suceden en el mundo. Mejora tu imagen cuando eres capaz de responder o debatir una noticia de actualidad. Esto descarta al salseo o prensa rosa. Este tema déjalo para tus compañeras y amigas.
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Los correos o mensajes que no sean laborales aplázalos para el descanso.
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Si tienes un proyecto o trabajo que puede ocuparte varios días, planifica toda la ejecución con antelación. Siempre puedes ajustar la tarea según las necesidades, pero te será imposible valorar el trabajo sin repasar su contenido.