Hace unas semanas que tuve la gran oportunidad, a través de mi residencia Dominicas de la Anunciata de Valencia, de acudir al encuentro de voluntarios en Madrid. Fui con miedo y curiosidad a la vez, puesto que no sabía que habría al llegar, no sabía qué o a quién me encontraría. Pero enseguida mis inseguridades se desvanecieron, nada más llegar tuve una cálida recibida por los que allí estaban, al igual que yo recibía a quién llegaba.
Las escasas 24 horas allí para mí (y seguramente para la mayoría) fueron intensas. Porque íbamos conociéndonos y empatizando unos con otros, por toda la información y sobre todo por las experiencias de los veteranos. Parecía que todo había acabado ahí, por lo menos hasta el próximo encuentro… pero no, la hermana Miriam y hermana Josefina acudieron días después a Valencia para enseñar también a mis compañeras la labor del voluntario, tanto en España como en el extranjero. Nos presentaron diversas actuaciones del voluntariado, como curiosidad añado que en numerosas historias que contaron tuve la suerte de conocer a los protagonistas con anterioridad. Por último añadir que todas las residentes se mostraron muy entusiasmadas ante estas atractivas propuestas. Finalmente queremos agradecer la visión de estas realidades.
Ana Mª Sanchez, Valencia 20 noviembre de 2015